Tal y como ya expuse días atrás, trato de evitar que la gente pase por el suplicio de contemplarme cantando, lo cual forma parte de mi lado más bizarro y oculto.
Por suerte, hay aparatitos que aportan cosas nunca vistas con anterioridad, y a pesar que no cantan por mí, me mantienen entretenido (que es una manera eficaz de evitar que cante, dado que cometo dicho crimen en momentos de gran aburrimiento).
Por desgracia, el aparatito vale unos 800 euros. No es nada nuevo hablar de él, ya que fue presentado en 2006, pero abre las puertas a un entorno musical táctil, intuitivo y dinámico fácilmente adaptable a una banda.
Por suerte, hay aparatitos que aportan cosas nunca vistas con anterioridad, y a pesar que no cantan por mí, me mantienen entretenido (que es una manera eficaz de evitar que cante, dado que cometo dicho crimen en momentos de gran aburrimiento).
Por desgracia, el aparatito vale unos 800 euros. No es nada nuevo hablar de él, ya que fue presentado en 2006, pero abre las puertas a un entorno musical táctil, intuitivo y dinámico fácilmente adaptable a una banda.
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