Tan sólo quiero deciros que, si hoy estoy aquí, es porque tiempo há, cometí un error (entiéndase error como eufemismo de una palabra que no me atrevo a escribir). Hará cosa de siete años me equivoqué, y cogí un camino que no era el mío. Descubrí que uno no está hecho para ser cualquier cosa (bueno, para hacer cualquier cosa a gusto, claro está). Aquel error que en su momento parecía el horizonte por el que los barcos caían a los abismos del universo (según las creencias medievales), es considerado a día de hoy como un aprendizaje, un cambio de rumbo necesario para encontrar el camino correcto. No hace falta explicar nada, tan sólo os digo, y me reitero a mí mismo de nuevo, que errar es incluso bueno, y que aprender de nuestros errores nos hace más fuertes y nos debe servir a aprender a encajar nuevos golpes.
3 comentarios:
Por supuesto, Adrià, aprender significa también aprender de los errores.
La experiencia hace la sabiduría.
lo importante, creo, es no arrepentirse de los errores que se han cometido precisamente porque aprendes que es lo que realmente no quieres.
"El error obliga a rehacer el camino y eso enseña muchas cosas. La duda, no. Entre el error y la duda, opto siempre por el primero"
Juan Benet, escritor
Publicar un comentario