…que la saturación publictaria y los rotuladores Carioca no me molan.

Hay un truco muy representativo, que podéis hacer con algo que seguro teneís a mano en el momento de leer ésto. Coged un boli (lápiz, rotulador, etc.), tiradlo al aire, y cogedlo. Coged dos, tiradlos al aire, y tratad de cazarlos al vuelo. Intentad lo mismo, con tres, con cuatro hasta que vaciéis el estuche de rotuladores Carioca que todavía no habéis tirado a la basura despues de tantos años y no sabéis por qué. Observaréis que cazar uno al vuelo, es más fácil que cuatro, que ocho o que dieciséis.

Este ejemplo, que seguro que ya ha sido utilizado para ejemplificar este caso, nos demuestra que el que mucho abarca, poco aprieta. Des de hace años, incluso antes de tropezar en este mundo, el pasillo subterráneo que conduce des de la estación de Renfe de Plaza Catalunya hasta la salida en la puerta de El Corte Inglés, siempre me ha “irritado” en cierto grado, y es que como receptor de una comunicación supuestamente persuasiva, al pasar por ahí, siempre me doy cuenta que no me enterado de nada de lo que se me comunica. He intentado abarcar mucho, y he apretado poco (dado que no me dan más de 10 metros y de 5 segundos de tránsito para poder ser persuadido (2 segundos si voy rápido porque el tren ha ido con retraso y llego tarde al trabajo o a clase)). En mi opinión, el espectador no puede “apretar”, agarrar o digerir tanta información en un contexto espaciotemporal tan pequeño. Sí que es cierto que algunos de los Opi’s estan repetidos (vale, bueno, aceptamos el juego de la reiteración y seremos un poco más condescendientes…). Aún así, sigue habiendo un exceso de información.

Trabajo en una tienda en la que en la entrada, hay tal cantidad de información (cambios en recepción, hazte socio y serás una persona “true”, recicla con nosotros, etc.), que la gente siempre acaba por no saber ni dónde está ni por qué ha acudido a la tienda, teniendo que preguntar, perdiendo tiempo, paciencia, etc. En el caso del pasillo de la estación de Renfe, lo que se pierde entre otras cosas, es dinero. Reitero, es mi opinión, pero si la eficacia de la acción de medios es baja, la rendibilidad económica también lo será.

En definitiva, que es bueno que en una caja hayan muchos rotuladores Carioca entre los que poder elegir (¡es genial! Gracias a ello avanza la sociedad y nosotros estudiamos algo que nos gusta), pero si los presentamos todos de golpe, no sabremos si elegir entre un gris oscuro o uno claro, un verde perla o un verde oliva, etc. Debemos luchar por una comunicación clara con el consumidor, y no abordarlo con multitud de mensajes que se anulan entre ellos.